Fomentar la inclusión en el lugar de trabajo: todas las ventajas para las empresas

Acoger a cada persona por lo que es, sin discriminación, y permitirle expresar su potencial y sus capacidades aumenta la confianza, el compromiso y la productividad en el lugar de trabajo. Por ello, analizamos los beneficios de un entorno inclusivo y las estrategias para implantarlo con éxito. Introducir la inclusividad en la empresa es tan difícil como fundamental. No es sólo una obligación ética, sino también un aspecto práctico. De hecho, fomentar la diversidad y acabar con los prejuicios estimula la creatividad, aporta nuevas perspectivas e ideas y, en última instancia, mejora el rendimiento empresarial.

La inclusión es un principio fundamental según el cual todo individuo, independientemente de su origen, género o etnia, orientación sexual, discapacidad u otras características personales, debe tener la oportunidad de participar plenamente en la vida de la sociedad y de la empresa para la que trabaja, sin ser víctima de discriminación o aislamiento. Significa promover un entorno en el que cada persona se sienta aceptada, respetada y valorada por lo que es, sin desigualdades injustas.

Este concepto incluye, por tanto, varios principios clave:

  1. Ausencia de prejuicios, tanto conscientes como inconscientes.
  2. Plena accesibilidad a las actividades y recursos comunitarios.
  3. Respeto a la diversidad, aceptando y reconociendo las diferencias entre individuos.
  4. Equidad social, garantizando la igualdad de acceso a los recursos y oportunidades independientemente de las diferencias personales.
  5. Comunicación abierta, que permita un intercambio transparente y honesto de información, ideas y opiniones.
  6. Empatía, creando relaciones basadas en la confianza y la solidaridad.

 

Crear entornos en los que todos se sientan valorados y aceptados es una de las prioridades en las que trabajan (o deberían trabajar) las comunidades e instituciones. Esto se refleja, por ejemplo, en la promulgación de leyes contra la discriminación de género y normativas para la integración de personas con capacidades diferentes en las empresas, más que en el acceso a la sanidad.

La inclusión también estará en el centro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y es un pilar fundamental para alcanzar uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Lograr una sociedad inclusiva, de hecho, es esencial para abordar retos globales como la pobreza, la desigualdad, el cambio climático y la paz, construyendo un futuro sostenible y equitativo para todos.

Cabe señalar aquí, por tanto, que inclusión y diversidad se utilizan a menudo como sinónimos, a pesar de que, de hecho, son conceptos distintos aunque interconectados. Tener una cultura inclusiva no significa necesariamente tener una plantilla diversa con una amplia gama de características, como el sexo, la etnia y la orientación sexual. Una cultura empresarial integradora, en cambio, se esfuerza por eliminar toda forma de prejuicio, creando un entorno en el que los empleados se sientan acogidos y valorados con independencia de su identidad personal.

El estudio «Future of Work: Diversity & Inclusion», realizado por Inaz en colaboración con Business International – Fiera Milano, indica que las empresas italianas aún están lejos de adoptar plenamente la diversidad. Aunque el 46% de las empresas ya cuenta con un plan de D&I, el 63% todavía no tiene un plan estructurado y tiene previsto desarrollar uno en el futuro.

 

Un lugar de trabajo inclusivo promueve la acción positiva para evitar los prejuicios, la discriminación o la desigualdad. En un entorno inclusivo, por tanto, la diversidad se considera una contribución a la cultura y el rendimiento de la organización. Cada vez son más las empresas que reconocen los beneficios de la inclusión, entre ellos:

  • Pertenencia y lealtad: cuando los empleados sienten que reciben un trato justo, es más probable que estén motivados y sean leales a la empresa.
  • Innovación: un entorno inclusivo fomenta el intercambio de ideas y la innovación, reduciendo el riesgo de agotamiento.
  • Reducción del Burnout: los empleados que se sienten aceptados tienen menos probabilidades de sufrir Burnout.

 

Así pues, teniendo en cuenta estas consideraciones, la Society for Human Resource Management (SHRM) sugiere seis pasos para promover la inclusividad en el lugar de trabajo:

  • Educar a los directivos en la inclusividad: no se puede dar por sentado que los directivos comprendan la importancia de una cultura inclusiva. Por lo tanto, es esencial mostrar a toda la organización que la inclusión es una competencia básica.
  • Formar un Consejo de Inclusión, compuesto por una docena de líderes influyentes y diversos, elegidos a dedo por su pasión y compromiso con la inclusión.
  • Celebrar las diferencias de los empleados: es importante valorar las diferencias y crear un entorno en el que las personas se sientan libres para expresarse con autenticidad en el lugar de trabajo.
  • Escuchar a los empleados: el uso de herramientas como grupos de discusión, encuestas periódicas y otros métodos puede ayudar a los empleados a expresar sus opiniones y poner de manifiesto sus necesidades.
  • Organizar reuniones más eficaces: hay una serie de actividades que pueden llevarse a cabo para garantizar que las reuniones se conviertan realmente en un momento de intercambio real entre todos los que asisten a ellas, por ejemplo, cambiar el horario de las reuniones es crucial para los empleados que trabajan a distancia en horarios diferentes.
  • Comunicar los objetivos y medir los progresos: en el camino hacia la inclusividad, es esencial fijar y definir claramente objetivos específicos, mensurables y sujetos a plazos, como se haría con cualquier otro objetivo estratégico.

 

Un estudio realizado por el Boston Consulting Group (BCG) entre 27.000 empleados de 16 países reveló que los que sufren acoso y discriminación son más propensos a dejar su trabajo, mientras que los que confían en que sus jefes y la empresa para la que trabajan en general celebran y respetan los principios de la inclusividad son más propensos a hablar abiertamente y sin filtros sobre la discriminación que sufren. Así pues, eliminar los prejuicios y la discriminación permite a las personas ser profundamente ellas mismas y las motiva para hacer la mejor contribución posible, con una probabilidad claramente menor de abandonar sus puestos de trabajo.

En resumen, por tanto, mejorar la inclusividad es una de las principales palancas para atraer y retener el talento.

Gay Lawyers, entre otras actividades, también redacta políticas de D&I para pequeñas y grandes empresas. No dude en ponerse en contacto con nosotros: info@gaylawyers.com

Contattaci