En Milán, la fila en los colegios electorales pasa a ser única: mujeres y hombres juntos 

En vísperas de las elecciones regionales previstas para los días 12 y 13 de febrero, una nota del Palazzo Marino aclara que «hacer cola según el sexo asignado al nacer obliga, en los casos en que no corresponde a la propia identidad o expresión de género, a salidas forzadas (coming-out) que pueden provocar situaciones de vergüenza o disgusto, impactando negativamente consecuencia de las cuales muchas personas se ven abocadas a renunciar a votar».

Por este motivo, la Administración Municipal de Milán ha decidido sensibilizar a los presidentes de colegios electorales, escrutadores y escrutadoras para que, conscientes del impacto de la división en hombres y mujeres: «no separen a los votantes en dos filas, mantengan siempre juntos los censos y comprueben la identidad de las personas sólo cuando sea su turno», persiguiendo así un método no discriminatorio más respetuoso con la identidad de género de cada persona y más acorde con el tan proclamado (pero no siempre llevado a la práctica) principio de inclusividad. 

La iniciativa está en consonancia con la moción «Medidas para promover la inclusión y la ciudadanía de las personas transexuales», aprobada por el ayuntamiento en mayo del año pasado.

No obstante, en aras de la exhaustividad, cabe señalar que los censos electorales, por ley, se dividen en función del sexo, y los presidentes de mesa suelen seguir este criterio para gestionar el flujo de votantes que acuden a las urnas. Se trata de una práctica en uso desde hace décadas, pero es cuestionada desde hace tiempo por considerarse discriminatoria e injusta para las personas transgénero y no binarias.

Sin duda alguna, es un gran paso, hacia el enorme valor de la equidad y la inclusión en ante la ley y, esperamos que definitivamente, de los derechos.

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