7 meses después del Mundial homófobo de Qatar, en el que la FIFA prohibió a los capitanes de las selecciones nacionales saltar al campo con brazaletes arco iris, el Mundial femenino, que este año acogerán Australia y Nueva Zelanda, se celebrará del 20 de julio al 20 de agosto.
Y la propia FIFA anunció el pasado mes de marzo que no se había dicho nada sobre los brazaletes antidiscriminación de OneLove en la Copa Mundial Femenina y que la organización estaba abordando la cuestión.
Johnson, director ejecutivo de Football Australia, declaró que las jugadoras del Mundial podrían llevar las bandas para dar cabida a diversas cuestiones, entre ellas los derechos LGBTQIA+.
Según las normas actuales de la FIFA, los equipos de fútbol no deben ser imagen de determinados eslóganes, declaraciones o imágenes políticas, religiosas o personales. La capitana debe llevar la banda adecuada que indique su función, que le proporcionará directamente la FIFA.
En cambio, durante el Mundial de Qatar, antes de que surgiera la iniciativa OneLove y después de que se hubieran inscrito 9 selecciones nacionales, la FIFA atacó duramente a las respectivas capitanas -con riesgo de tarjeta- si se «atrevían» a saltar al terreno de juego con el brazalete arco iris. Para que quede constancia, recordamos que en Qatar es ilegal ser homosexual y las personas LGBTQIA+ sufren regularmente acoso y abusos.
Johnson, a este respecto, añadió:
«Una de las principales lecciones que nos dejó la Copa Mundial de Qatar fue ver cómo los jugadores querían utilizar esa plataforma para impulsar cuestiones que eran importantes para ellos”, salió a relucir con fuerza. “Y en el caso de Qatar, las normas de la competición estaban reñidas con el deseo de los jugadores. Así que somos conscientes de ello”.
Entre las 32 selecciones admitidas en la Copa Mundial Femenina 2023 figura Italia, encuadrada en el Grupo G con Suecia, Argentina y Sudáfrica.
¿Podría ser la reciente salida del armario del futbolista checo Jakub Jankto un buen comienzo para un fútbol más inclusivo y abierto a la diversidad? De ser así, por fin tendría verdadero sentido en términos de deportividad.
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